jueves, 2 de marzo de 2023

SOLIDARIDAD vs INDIFERENCIA: Historia del Hospital Materno - Infantil Elpidio Beróvides Pérez de Otuzco

 Por: José Esquivel

En las letras de una canción de Alex  Minanti se puede leer "me dolió tu indiferencia, no es posible que me olvides, tú navegas en mi vida tu recuerdo es mi existir", y esto no es ajeno a las páginas de historia, donde muchos personajes quedan olvidados al punto de desaparecer de la memoria de los pueblos, esto ocurre con uno de los personajes ilustres que dejando su patria llegara a nuestro pueblo para brindar salud a su gente.

Después del fatídico terremoto del 31 de mayo de 1970 que dejó  más de 70 mil fallecidos y 150 mil heridos, la calidad humana, la disciplina y la capacidad de trabajo de médicos cubanos se hizo presente en el territorio peruano. En Cuba 150 mil cubanos  y dentro de ellos Fidel Castro donaron 110 mil donaciones de sangre para los sobrevivientes que luchaban por su vida. Hombres decididos, llegaron al Perú para brindar su apoyo. Estos nobles construyeron hospitales infantiles totalmente equipados para luchar contra el dolor y la muerte, fueron los primeros extranjeros en brindar su ayuda, junto a obreros peruanos construyeron hospitales, en Recuay, Yungay, Carhuaz, Santiago de Chuco, Supe y Otuzco, este último lleva el nombre de Elpidio Beróvides Pérez, jefe de la brigada constructora cubana y quien falleció en un viaje de cumplimiento de su misión, en un accidente de carretera en el sector la Loma del viento entre los andes peruanos. El equipo estaba conformado por 15 médicos, 15 enfermeras y 10 sanitarios.


La ayuda médica cubana llegó pese a que todavía no se restablecían las relaciones diplomáticas rotas por el gobierno pronorteamericano de Manuel Pardo (1956 - 1962) y reabiertas por el gobierno nacionalista del presidente Juan Velasco Alvarado (1968 - 1975), que vio luz verde a la solidaridad de la isla.

La salud, como derecho de toda persona, está reconocida universalmente y también lo consagra la Constitución Política del Perú. Sin embargo no siempre ha sido un derecho de todos.

Cuando los recursos fiscales son exiguos, o los encargados priorizan las obras que van en directo beneficio del pueblo, surge la iniciativa, la voluntad y el entusiasmo de sus conductores inmediatos capaces de convocar la solidaridad ciudadana para concretar obras.

Esto es lo que sucedió en Otuzco con el Hospital Materno – Infantil “Elpidio Beróvides Pérez” que cada 16 de diciembre celebra su aniversario. Este hospital perenniza el nombre del Ingeniero cubano que perdió la vida precisamente cuando se dirigía a la construcción de este nosocomio.

La tragedia, no habría de frenar el sueño de mejor salud para el pueblo, por lo que la construcción continuó con el apoyo de muchos ciudadanos voluntarios y con el aporte de la Micro región de Otuzco, esos primeros 180 m2 de construcción se ampliarían posteriormente con una nueva construcción de 111 m2
Según comentan algunos ancianos de la época, para el llenado del techo de 180 m2, participaron más de ochenta personas entre ellas 32 profesores de todos los niveles educativos, el personal del nosocomio, desde las ocho de la mañana hasta la medianoche, y muchos continuaron con el trabajo complementario el día domingo. El ingeniero de obras quedó gratamente impresionado por la calidad de los trabajadores “lateros”, muchos docentes, médicos, técnicos y estudiantes de promoción del instituto Pedagógico Nuestra Señora de la Asunción de Otuzco.

Alentando a los trabajadores, que dieron una lección de civismo, estuvo la banda de músicos del colegio nacional Simón Bolívar, el objetivo de todos era mejorar las condiciones de atención a todo el pueblo, aliviándole sus dolores causados por las enfermedades.

Allí, mujeres otuzcanas y otras tantas foráneas prepararon los alimentos que sirvieron a plato lleno a los lateros, de los cuales algunos resbalaron por la rampa, quizá por los efectos de la chicha de jora o por la carrera de quien llega primero, porque ha de saberse que en Otuzco el latero no mide sus fuerzas.

Al final de la jornada muchos lateros y entusiastas trabajadores que sin mediar las consecuencias se metieron a la mezcla terminaron con quemaduras en pies, brazos y manos en su afán por mezclar el cemento o transportar la mezcla al techo.

Fue un día de lluvia persistente, aunque abrumados por el cansancio y la lluvia al fin el trabajo quedó terminado.

De esos años a la actualidad han ocurrido cambios significativos, y uno de ellos es que no existe el retrato de aquel ilustre chofer que yacía colgado junto al retrato del ingeniero, colgados en la pared de entrada del hospital. La indiferencia ha hecho que muchos se olviden y desconozcan quién fue Elpidio, pero creo que no todo está perdido, porque mientras exista vida, habrá la oportunidad de reivindicar su memoria.

“Las misiones médicas cubanas han quedado grabadas en las páginas de la memoria de la solidaridad en el Perú y en el mundo. Nuestra gratitud es eterna”.

Así también eterna es la memoria de aquella verdadera lección de civismo que dio el magisterio otuzcano, seguido de otros profesionales y estudiantes que esperaban ver mejorar los servicios de salud ante la creciente demanda.

Que la indiferencia no oscurezca nuestra memoria y podamos darle a nuestra tierra esa luz que necesita.

En nuestro camino por darle luz a nuestro pueblo estamos investigando el lugar donde fue depositado las víseras de Elpidio, como recuerdo de esa entrega en cuerpo y alma por un pueblo que necesitaba de una mano amiga.

Esta investigación continuará… 


REFERENCIAS

Perú recuerda solidaridad cubana tras terremoto de 1970. 31/05/2020. http://www.fidelcastro.cu/fr/node/90384?width=600&height=600 

Aida García Naranjo Morales. (29-05-2020). Perú, el terremoto de mayo del 70 y 50 años de solidaridad médica cubana.

Tu región informa. (05 Septiembre 2013).  Región la Libertad distingue a Embajadora de Cuba en el Perú. https://www.regionlalibertad.gob.pe/noticias/regionales/4510-region-la-libertad-distingue-a-embajadora-de-cuba-en-el-peru


Sitio arqueológico TARCUMARCA